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Odilo Gomez Parente

Capítulo 25:Conciertos con Alonso Pinzón

CAPÍTULO VIGÉSIMO QUINTO:CONCIERTOS  CON ALONSO PINZÓN

 

                         SUMARIO:

                        1.- Concierto entre Cristóbal Colón y Martín Alonso Pinzón

                        2.- Motivos que movieron a Martín Alonso Pinzón a colaborar en el viaje

                        3.- Influencia del Padre Juan Pérez en Martín Alonso Pinzón

 

1.- Concierto entre Cristóbal Colón y Martín Alonso Pinzón.

            Las conversaciones entre Cristóbal Colón y Martín Alonso Pinzón en la casa de éste o en el convento de la Rábida o en casa de Pedro Vázquez de la Frontera en los días finales del mes de mayo de 1492 fueron configurando los términos de un acuerdo y concierto entre los dos dispuestos a formar una compañía para la organización de la empresa del viaje del descubrimiento.

            Muchos de los testigos en los Pleitos coloninos aludieron en términos más o menos expresos y claros a ese acuerdo y concierto, lo que hace creíble la existencia de alguna forma de concierto entre ambos. El propio hijo de Martín Alonso, Arias Pérez, merecedor de confianza en este punto, dijo contestando a la pregunta 12 del fiscal del Consejo:

“E venido Martín Alonso en Castilla de Roma... vino el dicho almirante en aquel tiempo [mayo de 1492] a esta villa de Palos con esta demanda de descubrir estas tierras... e hubo por bien de rogar e dar parte dello al dicho Martín Alonso, e... el dicho almirante se hizo tanto su amigo de su padre, que hizo concierto con él e le rogó que fuese en su compñía. E que esto lo sabe porque lo vido” ( 1 )

            Contestando él mismo a la pregunta 13 añadió:

“... el almirante al dicho concierto le ofreció que llevaba la mitad de todas las mercedes que en este caso su alteza hiciese merced, y el dicho Martín Alonso le enseñó la dicha escritura con la cual se esforzó mucho más y concertaron. Y el dicho Martín Alonso le dió al dicho almirante dineros y le hizo ir a la corte a él e a un fraile que se decía Fray Juan Pérez, los cuales fueron. E que lo sabe, porque halló a todo” ( 2 )

            Para evitar confusiones, es preciso aclarar el contenido de la pregunta 13 del fiscal a la que se refieren las anteriores palabras de Arias Pérez:

“13.- Si saben que, dada la dicha escritura, se esforzó el dicho almirante mucho e después en ir a descubrir la dicha tierra e que el dicho Martín Alonso Pinzón lo hizo venir a la corte e que le dió dineros para el camino para que el dicho Don Cristobal lo negociase, porque el dicho Martín Alonso tenía bien lo que había menester en su casa” ( 3 )

            Para la comprensión de esta pregunta es necesario tener en cuenta que Cristóbal

Colón además del viaje a la corte que hizo en 1491, hizo uno nuevo en 1492 en el que no han parado para nada los históriadores. De este segundo viaje trataré más adelante. A este viaje del mes de  mayo  de 1492  se  refiere toda  esta pregunta  en  modo  completamente  confuso. Esto supuesto, se comprenderá muy bien que, después de su regreso de Roma, entregó Martín Alonso a Cristóbal Colón la escritura que había traído de allá y lo hizo volver a la corte e, incluso, le dio dinero para el viaje.

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(1).- ASENSIO:Cristóbal Colón, II,

(2).- NAVARRETE, II, 330

(3).- Ibidem,II,.330

 

            Después de esta aclaración, regreso a los testimonios de los testigos que hablaron de un concierto entre los dos hombres, Cristóbal Colón y Martín Alonso. Aludiendo al regreso de Cristóbal Colón de la corte, después de las capitulaciones de Santa Fe, dice el físico paleño García Fernández con su acostumbrada sobriedad y exactitud:

“E de esta fecha fue el concierto e compñía que tomó con Martín Alonso Pinzón e Vicente Yáñez, porque eran suficientes e sabidos en las cosas de la mar” ( 4 )

La diferencia entre el físico paleño que se refirió al viaje de Cristóbal Colón en

 1491 y las declaraciones de los otros testigos que se refirieron al viaje de mayo de 1492 y la consiguiente oposición entre una y otras declaraciones forzó a Navarrete a escribir:

            “El contenido de esta pregunta 13 es notoriamente falso, como se prueba con la

             declaración del físico García Hernández” ( 5 ).

             Si Navarrete hubiera adivinado la existencia de un segundo viaje en mayo de 1492 y que a él se habían referido los testigos, no hubiera notado la falsedad de la pregunta,que no es falsa,sino muy oscura.

            Para el testigo Diego Fernández Colmenero se decidió Martín Alonso a realizar el viaje con Cristóbal Colón,

 “porque el dicho almirante le prometió la mitad de todo el interes e provecho que dello se hubiese” ( 6 )

            Algo similar testificó Arias Pérez al decir que a su padre le prometió Cristóbal Colón:

“De partir con él la mitad e que fuese en su compañía. Y el dicho Martín Alonso, visto... el partido que le hacía e hizo, por servir a su alteza, acordó ir con él e le dió la escritura original que había traído de Roma e, asimismo, puso sus navíos, e con parientes  y  amigos, en  un  mes  hizo  la  armada. E  que  esto  lo  sabe  porque  lo vido” ( 7 )

            El testigo Alonso Gallego dijo:

“Al tiempo que el dicho Don Cristóbal Colón vino a la dicha villa de Palos a entender en querer ir a facer el dicho descubrimiento, vió este testigo que el dicho Colón decía a el dicho Martín Alonso Pinzón: Señor Martín Alonso, vamos este viaje que si salimos con él y Dios nos descubre la tierra, yo os prometo por la corona real de partir con vos como un hermano mío”. Y que esto que  dicho  tiene, se  lo  oyó  decir este  testigo  al  dicho  Colón  muchas veces” ( 8 )

            A mayor abundamiento, cabe citar el testimonio de Francisco Medel:

“Que lo que sabe es que, al tiempo que el dicho Martín Alonso Pinzón estaba ordenando la armada para ir el dicho viaje, dijo a este testigo que el dicho Colón había concertado con él de dalle todo lo que el dicho Martín Alonso pidiese e quisiese” ( 9 )

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( 4 ).- NAVARRETE, l.c.,.331

( 5 ).- NAVARRETE, l.c.,.332

( 6 ).- NAVARRETE, l.c.,.332. Casas censuró la declaración de este Arias Pérez por decir qe Cristóbal Colón

estuvo dos meses sin arreglo y después lo arregló su padre en un més, con lo que habría que conceder tres                   meses desde la llegada de Cristóbal Colón a Palos en 1492 hasta su salida en Agosto del mismo año.

(7).-

( 8 ).-

( 9 ).-

 

 

 

 

 

            De unos y otros testimonios cabe deducir la existencia de un concierto ó acuerdo entre Cristóbal Colón y Martín Alonso, aún cuando no estén muy expresos los contenidos del mismo. Hablan los testigos que el almirante prometió darle la mitad de todas sus ganancias o de partirlas entre ambos como entre hermanos. El hijo de Martín Alonso habla de partir la mitad y que Martín Alonso sería capitán principal de los dichos navíos, como en realiad lo fue. A cambio, pidió Cristóbal Colón que le aviase por servicio de sus altezas, y el palense acordó de ir con él... e asimismo puso sus navíos, e con sus parientes e amigos en un mes hizo la armada. Puede pensarse que en estas palabras del hijo de Martín Alonso están las cláusulas de un contrato bilateral con sus promesas y contraprestaciones.

            No se puede descartar a vista de todos los testimonios, la existencia de un concierto entre dos marinos, el cual movió a Martín Alonso a poner por su cuenta dos barcos suyos, o suyos y de sus parientes. También aluden los testigos a los muchos gastos que hizo el palense en la organización de la armada del viaje.

            A vista sin duda de los testimonios de los testigos que sin duda tuvo en su poder, escribió Casas:

“Entre los vecinos de aquella villa había unos tres hermanos que se llamaban los Pinzones, marineros ricos y personas principales. El uno se llamaba Martín Alonso Pinzón y éste era el principal y más rico y honrado... Con el principal Martín Alonso Pinzón comenzó Cristóbal Colón su plática, rogándole que fuese con él aquel viaje y llevase sus hermanos y parientes y amigos y sin duda es de creer que le debía prometer algo porque nadie se mueve sino por su interese y utilidad, puesto que no (como algunos dijeron)tanto, creemos que aqueste Martín Alonso, principalmente y sus hermanos, ayudaron y aviaron mucho a Cristóbal Colón para su despacho... Y porque Cristóbal Colón quiso contribuir la ochava parte en este viaje, porque, con solo el cuento de maravedís que por los reyes prestó Luis Santángel no podía despacharse... y Cristóbal Colón quedó de la corte muy alcanzado y puso medio cuento de maravedís por el dicho ochavo que fue todo para despachar necesario, como pareció por las cuentas de los gastos que se hicieron por ante escribano público en la dicha villa puerto de Palos, que el dicho Martín Alonso, cosa de verisimil y cercana a la verdad, según lo queyo tengo entendido, prestó solo a Cristóbal Colón el medio cuento, o él y sus hermanos” ( 10 )

            La cita es larga, pero necesaria, por existir en ella todos los puntos necesarios, algunos ciertos, otros probables y algunos inexactos, todos los cuales merecen estudio.

            En primer lugar, es cierto que con Martín Alonso comenzó Cristóbal Colón su plática, metido en ella por obra y gracia del Padre  Juan Pérez que todo lo esperaba de la actuación de este importante marino de Palos. Toda la iniciativa de la empresa está puesta del lado de Cristóbal Colón, como fue cierto y muy cierto.

            También es cierto que Cristóbal Colón haya contribuido con la octava parte del costo de la empresa, por lo mismo que no contaba con el ingreso que estaba fijado en las ganancias de la misma, las cuales ganancias no existían antes de la empresa. Lo que dicen algunos testigos es que Martín Alonso gastó mucho dinero y que hizo adelantos a algunos marinos, adelantos que recuperó luego al momento de hacer Cristóbal Colón la paga a los mismos como podrá comprobarse adelante cuando se transcriba la nómina de marinos alistados.

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( 10 ).- CASAS, I, c..34,.124

 

 

 

Lo curioso es que el mismo Casas añade poco después palabras que parecen contradecir su creencia de que Martín Alonso haya prestado alguna cantidad de dinero cuando dice:

“Cierto, si le hubiera prometido Cristóbal Colón la mitad de las mercedes, no era tan simple Martín Alonso, siendo él y sus hermanos sabios y estimados por tales, que hobiera pedídole alguna escriptura dello, aunque no fuera sino un simple cognoscimiento con su firma, o al menos, pusiéranle algún pleito sus herederos y vicente Yáñez que vivió después muchos años, el cual yo cognoscí, hobiera alguna queja o fama dello, pero nunca hobo dello memoria, ni tal se boqueó, lo cual creo que a mi no se me encubriera, como yo sea muy de aquellos tiempos, hasta que el dicho pleito se comenzó que creo que fue el año de 1508 vuelto el Rey Católico de Nápoles” ( 11 )

            Este cronista estuvo, sino errado en todo esto, al menos estuvo dudoso. Incluso erró al interpretar en el mismo lugar de su obra las preguntas formuladas por el fiscal, atribuyendo al año 1491 lo ocurrido en 1492, dando lugar al confusionismo que hasta el día de hoy han sufrido todos los historiadores. Todo ello se aclara con el viaje que Cristóbal Colón hizo a la corte en los últimos días de mayo o primeros de junio de 1492.

            En relación a que nadie reclamó a Cristóbal Colón ninguna deuda contraída con Martín Alonso, sí es cierto que nadie lo hizo. Ni quisiera su hijo, cuando en el año 1535 hizo una probanza para pedir a la corona remuneración por los servicios hechos por su  padre, aún cuando en esa probanza se formularon las más peregrinas preguntas. En la segunda se les preguntó a los testigos si tenían noticia del viaje de Martín Alonso a Roma en busca de un mapamundi existente en la biblioteca del Papa. En la tercera se preguntó si sabían que Cristóbal Colón fue a Palos en busca de Martín Alonso que había salido para Roma. En la cuarta se intentó probar que el viaje del descubrimiento se debió a Martín Alonso. En la quinta se preguntó si sabían que Martín Alonso concertó la armada mientras Cristóbal Colón fue a la corte. La pregunta es falsa si la entiende en relación con el viaje que el almirante hizo a la corte en 1491. En cambio, es plenamente aceptable referida al viaje realizado juntamente con el Padre Fray Juan Pérez en mayo del año 1492, al cual nadie ha hecho referencia.

            En la sexta pregunta se intentó atribuir a Martín Alonso con toda la mala fe todo el mérito de la trevesía del viaje del descubrimiento. En la séptima se pidió a los testigos que dijesen si sabían que el primero en llegar a la nueva tierra fue Martín Alonso. En la octava se pretendió que los testigos afirmasen que todo el mérito del descubrimiento se le debía a Martín Alonso. En la novena se preguntó a los testigos:

“Si saben que, después de ganadas las dichas islas, el dicho almirante pidió a sus altezas el quinto de todo ello e cierto señorío, e por parte de sus altezas le fue opuesto que por industria e saber e avisos del dicho Martín Alonso se había descubierto e ganado e no por la del dicho almirante, e que no se le debía e que... por el aviso e saber e industria y trabajo del dicho Martín Alonso se descubrieron e ganaron las dichas Indias, islas e tierra firme e que, de otra manera, no había cabsa para ello” ( 12 )

            Para quien conozca la verdadera realidad histórica, le parecerá increíble los extremos a donde llegaron en contra de Cristóbal Colón en los distintos cuestionarios de preguntas que les fueron presentadas a los testigos para recabar informaciones distorsionadas y contrarias a la verdad. Algunos testigos declararon todo lo contrario a lo que se les preguntaba. Por ejemplo

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 ( 11 ).- Ibidem

(12).-

 

 

Gil Romero respondió:

“Conoció a Martín Alonso Pinzón, teniéndole por hombre sabio en las

            cosas de la navegación, pero que nunca vió ni oyó decir que se quería ir a hacer descubrimiento hasta que Don Cristóbal Colón vino a la villa de Palos e, después que lo ordenó el dicho Cristóbal Colón se juntó Martín Alonso con él y se embarcaron. Es lo que sabe y vió” ( 13 )

            ¿Qué pasó con el concierto entre Cristóbal Colón y Martín Alonso Pinzón? óCumplió el almirante con su compromiso, o la muerte sorpresiva de Martín Alonso en el convento de la Rábida a los pocos días de su regreso a España dejó todo aquel asunto borrado? Lo extraño es que no haya dejado dicho algo y que sus hijos no hayan reclamado nada, sobre todo teniendo en cuenta que el hijo de Martín Pinzón tuvo pleito con la corona, pidiendo indemnización por los servicios hechos por su padre.

            Lo que no consta en forma alguna es que Martín Alonso haya puesto el medio millón que Cristóbal Colón afirmó haberse visto en la necesidad de ponerlo para la organización de la armada del descubrimiento, si bien no es lógico deducir que no haya sido el marino paleño quien lo haya adelantado. En uno de sus memoriales de agravios afirmó el almirante llanamente haber puesto de su parte el citado medio millón:

“Fizo la mitad de gasto y puso su persona, porque sus altezas, para este negocio, no le quisieron dar más de un cuento y a él fue necesario proveer de medio cuento porque no abastaba para tal fecho” ( 14 )

            Es cierto que el almirante no pudo contar de ese medio millón de maravedís del ochavo de las ganancias futuras, como anota Casas, porque de ese ochavo de las posibles ganancias futuras no tenía él, de momento, ni un solo maravedí. Por lo demás, mal podría acudir con ese medio millón que dice Casas, si el almirante había salido de la corte muy alcanzado, como él mismo afrimó. Lo cierto es que no salió muy alcanzado, sino muy bien provisto de todo lo necesario y con el sueldo adelantado de cuatro meses de servicio. Es el mismo almirante quien desmiente las acusaciones de alcanzado, famélico e indigente cuando escribe en el prólogo al Diario de a bordo del primer viaje:

“Me hicieron los reyes grandes mercedes y me ennoblecieron que dende adelante yo me llamase Don y fuese almirante de la mar océana e visorrey e gobernador  perpetuo  de   todas  las  islas  e tierra firme que yo  descubriese” ( 15 )

            Estas y otras afirmaciones que se hallan en los escritos del almirante arrojan por tierra las reiteradas acusaciones de Casas sobre el mal trato recibido en la corte de donde lo supone arrojado poco menos y muy alcanzado. Insisto en que para defender a Cristóbal Colón no es preciso de intentar enlodar al comportamiento de nadie.

            Es preciso dejar bien claro que no fue ni pudo ser el Padre Juan Pérez el que haya adelantado cantidad alguna al almirante, como presume Asensio. Un fraile menor podrá tener mucha o poca influencia, pero lo que no puede adelantar es un dinero que no tiene ni puede  legal ni lícitamente tener.

            En relación con posibles o ciertos adelantos, es seguro que Martín Alonso Pinzón adelantó a algunos marinos de los que se alistaron para el viaje algún dinero que luego recuperó en el momento en que Cristóbal Colón puso tabla para pagar a los marinos alistados el sueldo correspondiente a los cuatro meses primeros de servicio. Al menos esto consta de documento que en su lugar veremos.

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 (13).-

(14).-

(15).- NAVARRETE, I,.86

 

 

En relación con el concierto hecho entre el almirante y Martín Alonso, si es que existió -los testigos hablan de él- no puede dudarse que aquél le habrá dado exacto cumplimiento, siendo como era hombre de profunda religiosidad y entereza, como ya lo dejé demostrado en anterior capítulo. Y lo que más convence es que ni en el testamento en el que dejó ordenada la paga de la más mínima de sus deudas, hizo alusión alguna a este punto. Y lo que más convence de que nada quedó pendiente entre ambos protagonistas del descubrimiento es el hecho aludido por Casas de que ninguno de la familia de Martín Alonso haya reclamado nada. Ni el propio hijo Juan Martín Pinzón reclamó nada a los herederos del almirante cuando el día 1 de noviembre de 1532 hizo una probanza por ante el alcalde mayor de Palos, Diego Prieto, para reclamar de la real corona la remuneración de los servicios hechos por su padre. En las diez preguntas del interrogatorio se trató de colocar en primerísimo puesto por delante y por encima de Cristóbal Colón a Martín Alonso en la epopeya del descubrimiento, sin que en ninguna se formulase la más mínima alusión a las posibles deudas del almirante con él. Por supuesto, tampoco cabía ninguna reclamación contra el almirante cuando se trataba de demostrar que no había tenido en el descubrimiento más que un segundo lugar, supeditado en todo al marino paleño.

            A mi mente ocurre aún algo más en relación con el concierto que hicieron Cristóbal Colón y Martín Alonso Pinzón antes que éste se decidiera a tomar parte en el viaje del descubrimiento. Concedamos como un dato seguro que Martín Alonso puso el medio cuento o lo necesario para la organización del viaje. En este supuesto concedido, no parece viable otra solución sino la de pensar que Martín Alonso se haya considerado suficientemente abonado con las ganancias obtenidas en el viaje, porque es seguro que las tuvo. Y sino, veamos lo que dice el almirante en el Diario de a bordo el 6 de enero de 1493:

“Que resgató la carabela de Martín Alonso mucho oro, que por un cabo de agujeta le daban puenos pedazos de oro del tamaño de dos dedos y, a veces, como la mano, y llevaba el Martín Alonso la mitad y la otra mitad se repartía por la gente” ( 16 )

            En el mismo diario añade el día 10 de enero:

“Que estuvo allí regatando mucho oro, que era lo que deseaba Martín Alonso... el cual tenía hechas leyes que fuese para él lamitad del oro que se resgatase o se hobiese” ( 17 )

            Indudablemente que el almirante supo todo esto de los compañeros que fueron con Martín Alonso cuando éste se separó arrastrado por el auri sacra fames.

            Estas aseveraciones del almirante las comprobaron los testigos en sus respuestas al interrogatorio del fiscal en 1515. Contestando a la pregunta 19 dijo Francisco Garcís Vallejos que Martín Alonso

“Había descubierto la isla Española e el oro; que trajo 900 pesos de oro e se lo daba al almirante y el dicho almirante no los quiso recibir” ( 18 )

            Arias Pérez, hijo de Martín Alonso, dijo:

“Descubrió Martín Alonso siete islas e la isla Española en la cual entró...

 e vido tanta señal de oro en la dicha tierra que todos fueron maravillados” ( 19 )

            Contestando a la pregunta 21 dijo Diego Fernández Colmenero:

“Había hallado el dicho Martín Alonso mucha muestra de oro que trujo a su casa e que así notorio” ( 20 )

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( 16 ).- NAVARRETE, I,147

( 17 ).- NAVARRETE, l.c., 149

( 18 ).- Ibidem, l.c., 337

( 19 ).- Ibidem, l.c., 338

( 20 ).- Ibidem, l.c., 339

 

            Estos y otros datos pudieran hacer creer que Martín Alonso se consideró suficientemente resarcido de sus gastos con el oro recogido “que trujo a su casa”. Los 900 pesos de oro ya eran una buena cantidad y es de pensar que sería bastante mayor la cantidad rescatada por Martín Alonso. Seguramente que el almirante no quiso recibir aquellos 900 pesos para dejar que el paleño se recuperara de los gastos realizados en la organizaición del viaje.

            Y esto es cuanto se puede decir del concierto entre Cristóbal Colón y Martín Alonso Pinzón antes de iniciar las últimas gestiones para el viaje.

 

2.- Motivos que movieron a Martín Alonso Pinzón a colaborar en el viaje.

            Además del casi seguro concierto entre Cristóbal Colón y Martín Alonso, pudieron existir otros motivos o móviles que implusaron al paleño a colaborar en el viaje tan activamente como lo hizo. Es muy cierto, como escribió Casas, que nadie se mueve sino por su propio interés o utilidad. El interés, la pasión o la ambición son cada uno de ellos motores de las decisiones humanas. Lo que no sabemos exactamente es dónde o en qué estuvo para Martín Alonso su interés para determinarse a ir con Cristóbal Colón al viaje del descubrimiento. Era Martín Alonso en afirmación de todos un marinero esforzado. Como tan metido en las cosas de la mar, muy bien pudo estar su interés en la ilusión de conocer las nuevas tierras de las que había oido hablar el almirante. Esta ilusión se le acrecentó en su viaje a Roma de donde llegó con decisión de tomar parte en la empresa, ya que no de hacerla por su propia cuenta, como dice su hijo Arias Pérez. Su vida la había dedicado por entero al mar y su ilusión continuaba viva en aquellos momentos. La ilusión de las nuevas tierras pudo ser para él más que motivo suficiente para empujarle a la aventura transoceánica.

            Muy bien pudo estar su interés en la convicción que habían generado en su ánimo las palabras del Padre  Juan Pérez y del mismo Cristóbal Colón. El primero le haló de que era voluntad de Dios que tomara parte en la empresa, al paso que Cristóbal Colón le estimuló con la idea recibida de Toscanelli de que en las nuevas tierras estaban las casas cubiertas con tejas de oro. Fue lo mismo que luego él repitió a sus vecinos cuando

les decía:

“Amigos, andad acá. Idos  con nosotros esta jornada... que, según fama, habemos de   fallar  las  casas  con  tejas  de  oro  e  todos  veréis  ricos  e  de  buena  ventura” ( 21 )

            No sabemos si estas palabras fueron un mero recurso oratorio o una manifestación de la convicción sincera del marino paleño. Las dos suposiciones son posibles.

            El estímulo o la ambición rectamente extendida son palancas capaces de mover al ser humano a la realización de cosas importantes. Estímulo, ambición y emulación explican las grandes gestas de la historia.

            La animación, incluso un tanto exaltada, de Martín Alonso, con promesas de Cristóbal Colón o sin ellas, le acompañó en los tiempos posteriores en los momentos más delicados del viaje del descubrimiento. El servicio a Dios y a los reyes fue su frase más común. Incluso el fiscal del Consejo formuló en la pregunta 14 del interrogatorio este concepto:

“14.- Iten, si saben que, después de ido a la corte, fue a Palos, e que no hallaba quien le diese navíos ni gente que con él fuese, e que el dicho Martín Alonso, por servir a sus altezas, le dió sus dos navíos e determinó de ir con él... porque el dicho almirante le prometió la mitad de todas las mercedes que sus altezas le habían promeido, fallando la tierra, e le mostró los privilegios dello” ( 22 )

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( 21 ).- PLEITOS COLONINOS, VIII,314

( 22 ).- NAVARRETE, II, 331

 

            Los testigos destacaron en sus contestaciones en una u otra forma esto del servicio a Dios y a los reyes.

Alonso Vélez dijo:

“En este tiempo sabe e vido este testigo que el dicho Martín Alonso Pinzón, vecino desta villa, por servir a sus altezas y por dar favor al dicho Almirante ... determinó  de  ir  a  acompañar el dicho viaje al dicho Almirante” ( 23 )

            García Hernández:

“Aparejó  dos  navíos...los  dió  al dicho Almirante para servicio de sus altezas”(24)

            Francisco García Vallejos:

“Con la  amistad  gana  que tenía  de  servir  a  su  alteza, rogó a su hermano e a este testigo e a otras personas que fuesen con él e con el dicho almirante a descubrir”( 25 )

            Arias Pérez:

“Por servir a su alteza, acordó de ir con él”( 26 )

            El servicio a Dios y a los reyes lo destacaron los testigos al referirse al comportamiento de Martín Alonso Pinzón en los momentos más delicados de la travesía en alta mar con ocasión de la insubordinación de algunos marinos vizcainos contra el almirante al que llegaron incluso a amenazar de muerte con las armas en la mano. Fue en aquellos momentos cuando Cristóbal Colón reclamó el parecer de todos los capitanes sobre si deberían continuar el viaje o dar vuelta atrás, no porque él tuviese intención de dar la vuelta (como han dicho algunos testigos), sino para sentirse apoyado por el sentir de los principales compañeros. En su contestación el día 6 de octubre dijo Martín Alonso, según testimonio de Alonso Gallego:

“Señor, acuérdese vuestra seoría que en casa de Pedro Vázquez de la Frontera os prometí por la corona real que yo ni ninguno de mis parientes habíamos de volver a Palos fasta descubrir tierra en tanto que la gente fuese sana y oviese mantenimientos. Pues agora óQué nos falta? La gente va sana y los navíos nuevos y llevamos hartos mantenimientos.¿Por qué nos avemos de volver? Quien se quiera volver, vuélvase, que yo adelante quiero pasar, que yo tengo de descubrir tierra o tengo de morir en esta demanda” ( 27 )

            Otros testigos pusieron en boca de Martín Alonso palabras más fuertes en aquellos momentos.

Hernán Pérez Mateos declaró el día 26 de enero de 1536:

“Que oyó decir a los dicho Martín Alonso Pinzón y sus hermanos que viniendo a estas partes, la gente que venía en los navíos, habiendo navegado muchos días, como no descubrían tierra, los que venían con el dicho Colón, se querían amotinar y alzar contra él diciendo que iban perdidos, y entonces el dicho Colón había dicho a Martín Alonso lo que pasaba con aquella gente y

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( 2 3 ).- NAVARRETE, II,332. Allí están todos estos testimonios citados.

( 24 ).- PLEITOS COLONINOS, VIII, 341-342

( 25 ).- Ibidem,

( 26 ).- Ibidem,

( 27 ).-Ibidem,

 

 

 

 

 

 

qué le parescía que debían hacer, e que el dicho Martín Alonso Pinzón le había  respondido:”Señor, ahorque vuesa merced media docena dellos e échelos al mar. Y, si no se atreve, yo e mis hermanos barloaremos  sobre  ellos  y  lo haremos,  que armada  que salió con mandato de tan altos príncipes no ha de volver atrás sin buenas nuevas”. Y que sabe que con esto se animaron. Y el dicho Colón había dicho: “Martín Alonso, con estos hidalgos hayámonos bien y andemos otros ocho  días,  e  si  en  estos  no hallamos tierra, daremos otra orden en lo que debemos hacer” ( 28 )

            Un tercer testimonio en relación con aquella consulta del almirantea sus capitanes, lo constituye la declaración del testigo presencial Francisco García Vallejo, que iba en la Pinta. A la pregunta 15 del fiscal del Consejo respondió:

“Habló el dicho almirante Don Cristóbal Colón con todos los capitanes e con e l dicho Martín Alonso les dijo...Capitanes¿qué faremos que mi gente mal me aqueja? ¿Que vos parece,señores,que faremos? E que entonces dijo Vicente Yáñez: “Andemos,señor hasta dos mil leguas, e si aquí no halláremos lo que vamos a buscar, de allí podremos dar vuelta”. Y entonces respondió Martín Alonso Pinzón, que iba por capitán principal “¿Cómo, señor, que Dios nos dará la victoria, que descubramos tierra, que nunca Dios quiera que con tal vergüenza volvamos”. Entonces respondió el dicho almirante Don Cristóbal Colón: “Bienaventurado seáis” ( 29 )

            Los testimonios de los testigos vienen a coincidir en lo substancial de la consulta hecha por Cristóbal Colón a los demás capitanes sobre lo que deberían hacer a vista de mala disposición de algunos marineros que amenazaron con matarle. Algunos testigos llegaron a decir que Cristóbal Colón tuvo intención de dar vuelta, cosa que no cabe concebir en él. Lo único que hizo como capitán y buen político, fue una consulta, sin duda, para ver reafirmada su disposición de continuar.

            Lo único que intenté con estas anteriores manifestaciones de testigos fue destacar la valiente decisión de Martín Alonso, que en ningún momento tuvo la menor vacilación y fue el gran apoyo del almirante en momentos difíciles y delicados como claramente lo   indican las palabras del mismo anotadas en el Diario de a bordo el día 14 de febrero en  medio de la horrorosa tormenta que amenazó su vida y la de todos sus marinos al regreso en las Azores. Recordando entonces estos momentos de ida, aludió en su Diario a la confianza que tenía en Dios que le había librado de los mayores peligros:

“Y que, como antes hobiese puesto su fin y enderezado todo su negocio a Dios y le había oído... debía creer que le daría cumplimiento de lo comenzado y le llevaría en salvamento. Mayormente que, pues, le había librado a la ida cuando tenía mayor razón de temer de los trabajos que con los marineros y gente llevaba, los cuales todos a una voz estaban determinados de se volver y alzase contra él, haciendo protestaciones, y el eterno Dios le dió esfuerzo y valor contra todos” ( 30 )

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   ( 28 ).- PLEITOS COLONINOS, VIII,397. Barloar ó abarloar usado aquí significa la maniobra de aproximar un barco al costado de otro para subir a él. Cabe destacar en este diálogo el ardor de Martín Alonso y la templanza del Almirante.

(29).- NAVARRETE, II,.334 - PLEITOS  COLONINOS, II, 217-218

( 30 ).-

 

 

 

 

 

 

            La gravedad de la situación en alta mar y la conducta del Almirante la ponen de manifiesto las palabras del testigo Francisco Morales contestando a la 8 pregunta del fiscal: con las siguientes palabras:

“Oyó decir a Juan Niño que el primer viaje, viniendo a medio golfo o algo más, se juntaron los maestres de los tres navíos e que se pusieron a requerir al dicho almirante que se volviese a Castilla... e que para esto tomaron armas, e que el dicho almirante les dixo que no hiciesen aquello que querían hacer, que su muerte sería demandada por el rey e la reina, e que le diese término de tres o cuatro días... e si en este tiempo no viesen tierra, que hiciesen la vuelta que querían... e que en aquel término vieron tierra” ( 31 )

            Contestando a la 15Ô pregunta del cuestionario del fiscal de la corona el día 19 de setiembre de 1515 puso Hernán Pérez Mateos en boca de Martín Alonso como respuesta a la propuesta de Cristóbal Colón que pedía plazo de una noche las siguientes palabras:

“Agora, señor, agora, nunca plegue a Dios que armada de tan gran rey, no solamente esta noche, sino de aquí a un año” ( 32 )

            Con todos estos y otros testimonios similares se 3concluye la gran fuerza que en el ánimo de Martín Alonso Pinzón tenían los conceptos de servicio a Dios y servicio a los reyes. Lo uno y lo otro eran para él como mandatos sagrados.

            ¿Qué decir, finalmente, en relación con las promesas de Cristóbal Colón en el concierto con Martín Alonso Pinzón y las motivaciones que a este pudieron haberle impulsado a tomar con el máximo interés la empresa de la organización del viaje del descubrimiento? De las declaraciones de los testigos no se concluye una cosa determinada y concreta. Y con toda probabilidad no existió más que la palabra y el concierto entre ambos, refrendada con la presencia del Padre Juan Pérez, autoridad máxima para ambos marinos.

            En este punto me parecen acertadas las palabras de Manzano que transcribo como si fueran mías:

“Nada de compromisos escritos. Nada de promesas específicas y determinadas sobre la parte que le correspondiera percibir a Pinzón el día de mañana, pero sí ofrecimientos verbales y nada concretos... Palabras no le faltaban al almirante cuando quería conseguir su propósito y en esta ocasión debió hacer un verdadero derroche de facultades dialécticas para conseguir la entusiasta y decidida colaboración de Pinzón en la empresa descubridora. Muy probablemente le diría que en unas tierras como aquellas, pletóricas de oro, perlas, especias y de otros ricos productos había sobrado margen para saciar la codicia del más exigente de los mortales..Martín Alonso no dudó ni un instante de la palabra del almirante, máxime cuando entre los dos se encontraba el guardián de la Rábida, el cual constituía para el marino paleño más firme garantía que ningún compromiso por escrito” ( 33 )

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( 31 ).-PLEITOS COLONINOS

( 32 ).-Ibidem,

( 33 ).-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3.- Influencia del Padre Juan Pérez en Martín Alonso Pinzón.

            Acabo de citar las palabras de Manzano alusivas al ascendiente del guardián de la Rábida sobre Martín Alonso Pinzón. Bastaría destacar el hecho final de la vida del gran marino paleño de haberse retirado enfermo a su regreso del viaje a las Indias, al convento de la Rábida donde falleció a los pocos días para ser enterrado allí, al amparo amoroso de sus amigos los franciscanos que habrán llorado su muerte.

            Tocaríamos el cielo con las manos los amantes de la historia, si nos fuese dado conocer el contenido de las conversaciones y de los razonamientos esgrimidos por el guardián franciscano de la Rábida para ganarse por completo la voluntad de Martín Alonso y ponerlo incondicional al servicio de la empresa descubridora como un servicio a Dios nuestro Señor. Cuando el Padre Juan Pérez decidió abandonar su labor captadora de las voluntades de los marinos de Palos y retirarse al monasterio de la Rábida a esperar el regreso de Martín Alonso de Roma, estaba convencido de que toda su esperanza estaba puesta en la obra del marino paleño. Por las buenas, pensaba que no era posible lograr nada, sino fuera haciendo un milagro. En caso necesario, sería preciso acudir nuevamente a la corte para que de allí vinieran nuevas medidas de fuerza. Esta vía siempre estaba abierta y fue necesario acudir a ella, como veremos.

            Pensando en el guardián de la Rábida y en Martín Alonso, cabe decir que se conocían muy bien. El franciscano tenía puesta toda su esperanza en su amigo paleño y éste haría todo lo posible para no desainar los deseos de aquél. Se me pudiera acusar de que estoy escribiendo pura literatura y para demostrar que no es pura literatura, basta citar el testimonio del testigo Ferrán Pérez Camacho, aduciendo palabras que había oído al mismo Martín Alonso:

“Oyó decir al dicho Martín Alonso Pinzón que un fraile de Sant Francisco, que era guardián del monasterio de la Rábida, que está junto a la villa de Palos, le había informado e dicho al dicho Martín Alonso Pinzón que fuese a descubrir las Indias e que placería a Nuestro Señor que habían de hallar la tierra, e que este fraile era muy gran estrólogo. E, preguntando si cuando el dicho Martín Alonso Pinzón dijo a este testigo lo susodicho, si era antes que el dicho Don Cristóbal Colón viniese a la dicha villa de Palos e querer ir al dicho viaje o después de venido, dijo...que le parece que fue estando el dicho Don Cristóbal Colón en dicha villa de Palos y estando etendiendo en hacer la armada para ir” ( 34 )

            Aún cuando el tema de la actuación de Martín Alonso Pinzón en las horas difíciles en alta mar no corresponde a mi actual trabajo, quiero dejar constancia de su fidelidad a los  ideales que le habían empujado a ser el gran colaborador de Cristóbal Colón en todo momento. Una cosa quiero dejar en claro y es que nunca Cristóbal Colón pensó en dar vuelta desde alta mar, como lo ha intentado demostrar el fiscal con apoyo de algunos testigos. Lo que únicamente intentó con sus preguntas a los pilotos sus acompañantes, como  buen diplomático, fue buscar una respuesta con la que se sintiera apoyado contra los pocos marinos soliviantados en la nao Santa María. A los arrangues valerosos del paleño atribuyeron algunos testigos la prosecución y el fin feliz del viaje. Cierto que el apoyo de Martín Alonso fue decisivo, pero querer ver en ello todo el triunfo del viaje es pura fantasía de algunos escritores ganosos de restar al Almirante gloria que sólo a él pertenece.

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( 34 ).-

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( 34 ).- AGI. Patronato, 12, pieza 5, f.98v. - PLEITOS COLONINOS, VIII,308

 

 

 

 

Para Martín Alonso Pinzón, hombre de profunda fé, la Rábida y su guardián pensaban

 mucho, por eso no debe causar extrañeza que a su regreso del viaje a las Indias, se haya acogido enfermo al monasterio de la Rábida donde murió y donde fue enterrado. El Padre Juan Pérez no debió usar de muchos razonamientos para convencerle. Atrás dejo anotado lo mucho que pensaba en su ánimo el servicio a Dios y éste fue el recurso con que el guardián de la Rábida remató sus razonamientos, que placería a Nuestro Señor que habían de hallar la tierra.

            No se puede perder de vista lo muy motivado que había llegado de Roma el paleño y lo muy decidido que lo pintan los testigos a favor del viaje del descubrimiento. No le faltaba sino que le hablaran de servir a Dios Nuestro Señor a quien placería que habían de hallar la tierra. Ese empuje definitivo lo recibió Martín Alonso del Padre Juan Pérez. Para un hombre de la intrepidez, del arrojo y de la fe como Martín Alonso, el servicio a Dios o a los reyes era una motivación suprema.

            Con todo lo anotado, creo suficientes las motivaciones citadas, aún prescindiendo de si Cristóbal Colón le ofreció o no compensaciones económicas a cambio de su colaboración. Sin embargo, mi convicción es que entre ambos marinos existió algún concierto previo a que Martín Alonso se haya metido de hoz y coz en la organización de la armada.

            En relación con el millón de maravedís entregados a Cristóbal Colón por la reina Doña Isabel, es del todo seguro que fue la cantidad que se consideró suficiente para la organización de tres carabelas, contando con las dos que debería entregar la villa de Palos. Lo que debió pasar fue que Martín Alonso prescindió de las dos carabelas secuestradas por el almirante en un principio y eligió otras dos de su propiedad y de sus hermanos o por haberlas considerado más aptas o por preferir no gravar a sus vecinos y amigos con aquella carga que les resultaba onerosa. Este cambio de carabelas, debió ser lo que supuso un gasto añadido al presupuesto primero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 comentario

Ahmed Alfonso Restrepo Enciso -

Señor Don Odilio de Gomez y Parente dios guarde a Ud. para la Historia! en medio de tanto "Copy paste" de los crios de hoy, que naufragan en la Mar Tenebrosa de la repetición de los yerros, calafateando la nao de la historia con estopa, la web hace agua de tanta copia sin derrota a la fuente para definir si vamos con el rumbo correcto o al garete.Sos de lo mejor que he encontrado en la ciber-espacio, gracias por prender el Faro de Alejandría otravez. Ahmed Alfonso Restrepo Enciso